No sé por qué uno piensa que a la gente le interesa saber si le gustó o no el año que termina, pero bueno, permítanme creer por un rato que soy una persona interesante con cosas importantes para decir.
Como lo había predicho en el pasado 2009, el '10 arrancó con todo: unas re vacaciones, un recital (en realidad dos) de la puta madre... y además, el comienzo del tan esperado último año de secundario! Pero también pasaron cosas que no pude predecir (una de las gracias de la vida, para bien o para mal siempre te sorprende), y que de alguna manera hicieron de este principio de año el más increible de todos. De algun modo mágico encontré en mi interior la caradurez para mandarme a cantar en una banda, y resultó que no lo hago tan mal. Ok, no fue la banda más duradera del planeta (de hecho llegué yo y se separaron, saquen sus conclusiones je), pero esos pocos meses me sirvieron y mucho. Me sirvieron para darme cuenta de que no soy una completa inútil, de que ser una muerta para la guitarra no es el fin de mi vida, de que me puedo parar a cantar adelante de cualquiera y que me chupe un huevo, y sobretodo me sirvieron para poder empezar a hacer algo con la música, que en definitiva es lo que todo el mundo quiere; no solo sentarse a estudiar escalas y cantarle a los parientes, sino salir a tocar. Y ante nada, gracias a esa efímera experiencia con una banda conocí a la única persona que despues de verme caer al piso espectacularmente en pleno puerto madero durante nuestra primera salida, no arrugó sino que me siguió viendo tropezar durante otros 8 hermosos meses, y contando.
Más allá de ciertos inconvenientes lógicos, hasta las vacaciones de invierno fue un año perfectamente tranquilo y feliz. Pero ya en agosto empezó a derrapar. La angustia de que todos se fueran de viaje de egresados, la angustia aún peor que fue verlos volver, una considerable cantidad de conflictos personales, hicieron que pase una última mitad de año no tan alegre. Por suerte parte de esos problemas se arreglaron con el correr del tiempo, además de las integradoras que no me dejaron tiempo de pensar en huevadas. Se me (se nos) vino encima la fiesta de egresados, la entrega de diplomas, y PUM! adiós para siempre Normal Nº1. Supuse que iba a estar mucho más contenta, o más triste tal vez, una vez que terminara el secundario. Pero resulta que me dio lo mismo... bah que se yo, creo que hasta que no pise la universidad por primera vez no me voy a dar cuenta de que el colegio ya fue. Ojo, que no parezca una insensible: los voy a extrañar un montón, la verdad que no pude haber pedido un mejor grupo (esta bien que en comparación a los demás cursos no es dificil ser el mejor jaja, lo que no quita que sean unos genios de la vida), pero honestamente no me sale del alma ponerme a llorar por no verlos todos los dias. Yo sé que nos vamos a seguir viendo, y que algún dia vamos a ser unos vejestorios de 40 años y nos vamos a juntar para recordar las épocas letrawandosas.
Así que bueno, ese ha sido mi año; ojalá alguien tenga la paciencia necesaria para leerlo. ¿Cómo veo el año que viene? Por algún motivo no muy bien... A nivel personal sé que van a cambiar un montón de cosas, muchas para bien, otras para mal, y a otras simplemente me costará acostumbrarme, pero por algún motivo no tengo la emoción y el optimismo que generalmente me caracteriza en cada comienzo de año. A nivel nacional... se pudre todo muchachos. La verdad que me amargó bastante pasar unas fiestas con tantos quilombos sociales. Pero bueno, no hay que ser tan pesimista de entrada, ya veremos qué pasa. Por ahora a vivir el presente, terminar estos pocos días que quedan del año... y a empezar el '11 con unas súper vacaciones en Uruguay con el genio de mi novio :)
Ojalá que todos tengan un 2011 increible, y que no se corte!